Astrud: “Apostamos por cosas que nos apasionan”
Algo muy bueno deben de tener sus canciones para que las principales revistas y programas de radio de música independiente en España las hayan elegido casi por aclamación entre lo mejor del año 2004. Ya su LP de debut “Mi fracaso personal” (Virgin/Chewaka, 2000) supuso la revelación de un nuevo concepto dentro del pop nacional –entre el hit electrónico y la balada protesta– que apuntalaron un año después con “Gran Fuerza”.
La inesperada salida de la discográfica que editó aquellos álbumes supuso una interminable espera para los cada vez más seguidores de Astrud. Pero el grupo no perdió el tiempo: un sinfín de directos, proyectos paralelos y la puesta en marcha de su propia compañía “Austrohúngaro” culminaron con el EP “Todo nos parece una mierda” y el LP “Performance”, ambos publicados por Sinnamon Records. En total, 15 originales piezas que en 2005 presentaron por Galicia como arranque de su gira. Aprovechando la ocasión charlamos un rato con Manolo, el compositor del dúo que formó a finales de los 90 con Genís.
– ¿Esperaban el éxito de este nuevo disco?
– Tenemos la suerte de que la gente nos hace caso. Parece que ponen el disco, no sé si más de una vez... y se habla de él, aunque tal vez sin escucharlo... No nos sorprende, nos encanta y ojalá siga así. De todas formas no sabemos las ventas que tenemos, ni queremos. Son cosas de la compañía. Como artistas, sólo nos interesa componer canciones y dar conciertos. Por profilaxis, lo demás no nos importa. Aunque dudo mucho que un disco nos vaya a retirar, como a María Isabel.
– ¿Acaso la vida no les ha cambiado en los últimos años gracias a Astrud?
– Pero es un emperramiento nuestro. Genís y yo estábamos hartos de curros de mierda, que es algo terrible, malo para uno y para la gente que te rodea. Como nos gustaba la música y vimos que hacer discos era bueno para nosotros, seguimos. Repito, no creo que nos retiremos, si acaso ahorraremos para malvivir un tiempo.
– ¿Malvivir?
– Es que la música en España, aparte del pelotazo de turno, no le da para vivir a nadie. La gente hace lo que puede. Hay quien es más valiente, quien tiene más suerte, más posibilidades. Pero ningún músico vive bien gracias a su trabajo, al menos no los que encuentro en festivales. Desde luego, no dentro de lo “alternativo”.
“Repercusión es algo más que pegarse viscosamente a los oídos de la gente”
–Incluso en una casa “comercial” como Virgin pasaron dificultades.
–Es que en estas compañías el último parámetro a considerar es el artístico, así que cuando EMI decidió prescindir de Virgin, no es que nos echaran, pero dijimos: “Nos queremos ir”, y no pusieron ningún impedimento. Entre la desidia de unos y el cansancio de otros, nos fuimos, de buen rollo con quienes trabajábamos, pero una vez más nos dimos cuenta de que las multinacionales son una mierda.
–¿Por eso crean un sello propio?
– “Austrohúngaro” venía de atrás. Por ejemplo Chico y Chica, cuyo último disco es increíble, no tenían posibilidad alguna de editar un LP si no era con nuestro apoyo o el de otro sello independiente. Hay discos que la industria no quiere sacar, y están equivocados. Ahora se dan cuenta de que la gente no compra discos porque lo que hay no interesa... pero claro, ¿quién los va a comprar, más allá de para hacer el chiste en la cena de empresa por Navidad? Y no es culpa de María Isabel, ni de Andy & Lucas. Ellos qué saben, pobres chicos, son víctimas.
–¡Pero qué manía le tiene a la niña!
–No hombre, es el primer nombre que se me ocurre. Pero vamos a ver, la “repercusión” de las canciones es algo más que pegarse viscosamente a los oídos de la gente. Creo que los artistas estamos para repercutir, pero de una manera esencial. La música popular siempre ha sido algo muy importante para la gente, te explica cómo eres, te pone en contacto con otras realidades... eso casi no pasa en España.
–¿Qué propone Astrud?
–Lo que hacemos no es preguntar al público qué quiere para luego dárselo; al revés: pensamos en algo que merezca la pena, creamos la canción y así damos una información diferente. Luego que la gente escuche y opine. Nosotros no partimos de un sondeo de mercado.
–¿Por qué dicen eso de “Todo nos parece una mierda”?
–Es una canción dedicada a la gente que nos ha dicho que todo les parece una mierda menos “lo nuestro”; a quien ve la luz a partir de una canción, de un libro, de un tema concreto, y puede decir: “Esto me gusta y lo demás me parece una mierda”. Ese momento en que estás convencido de algo y hasta dispuesto a defenderlo a capa y espada, es muy guay. Porque si se pierde la capacidad de emocionarse, de apostar por las cosas que te apasionan, acabamos capitulando. Uno puede pensar las cosas mil veces pero al final debe tomar postura, porque si no, nada cambiará.
– ¿Y “Todo da lo mismo”?
– Ahí la idea era poner de relieve la contradicción de cualquier postura nihilista, la negación de todo. Se autorrefuta. Ese interés por que “todo dé lo mismo”, demuestra que al menos algo te importa.
– Le dan muchísima importancia a las palabras...
– Sí, claro. Genís es filólogo, yo soy ingeniero pero ahora estoy estudiando filosofía del lenguaje.
–¿Por qué Galicia para empezar la gira de presentación de “Performance”?
– Somos fans de Galicia. Cada vez que podemos, nos vamos varios días. La gente ahí es un encanto y tenemos muchos amigos.
– En estos conciertos les acompañan Superputa, ¿de qué va este grupo?
– Pues son gallegos y hacen un electro-pop, electro-algo, con más gracia que otros. Casualmente nunca han tocado ahí.
– Además del directo, ¿pinchará?
– Sí, en el Vademecwm. Nada tecno, más bien lo que nos gusta: pop y electro.
– ¿Tiene otros proyectos?
– Quiero empezar otro disco rápido, para que salga antes de año y medio. Haré canciones para otros artistas, sacaré más mi fanzine “Esmeraldo”... hay otras cosas con Genís, pero aún no las puedo contar.
Publicado en VISADO (Suplemento de fin de semana de Faro de Vigo) el 4 de abril de 2005