La Buena Vida: melancolía donostiarra

Bastarían las cuatro canciones del EP "Magnesia" (1995) para elevar a La Buena Vida al trono del depauperado pop en español, pero este grupo donostiarra que en diciembre de 1999 se presentaba en directo en Vigo, no se conforma con laureles de un día.

Llevaban casi una década creando y recreando el denominado "sonido Donosti" y sólo por ello merecen agradecimiento y admiración.

Es cierto que no corren buenos tiempos para hablar de amor... pero ellos parecen decir "y qué" con canciones sentimentales, amorosas, melancólicas, incluso terapéuticas como "En Bicicleta", "Después de tanto tiempo", "Menta y agua", "Noviembre"...

En la viguesa sala "Vademecwm" pudimos disfrutar el sabor agridulce de su música. La Buena Vida, el representante más genuino del Donosti sound, traía sus nuevas composiciones del álbum "Panorama" (1999), referencia de una larga discografía auspiciada por el sello "Siesta", del que se les consideraba abanderados a nivel nacional e internacional.

Emociones y placeres

En "Panorama", La Buena Vida vuelve a empapar al oyente de emociones y pequeños placeres. Enlazando con las delicadas líneas armónicas del anterior "Soidemersol" (1997), el grupo vasco maneja complejos sentimientos a través de textos sencillos y melodías inspiradas.

El crítico musical Luis Lapuente ha definido con acierto este cuarto álbum como "un resumen de su trayectoria artística (...) más allá del pop, el lounge y la bossanova, más allá de categorías estéticas y definiciones estilísticas".

Y es que, en efecto, LBV trasciende la barrera de las etiquetas para representar simplemente emoción en forma de canciones.


Publicado originalmente en FARO OCIO (FV) el 10 de diciembre de 1999
Iván Leis

Iván Leis

Eis algúns dos meus traballos -entrevistas, noticias, críticas e crónicas- como xornalista musical en Faro de Vigo (90’s, 2000’s, 10’s)