Tratando de superar el listón marcado por “Looking for la Fiesta”, disco del que vendieron más de 50.000 copias, el combo barcelonés Fundación Tony Manero llegaba en noviembre de 2002 a Galicia para presentar su tercer elepé, “Sweet Movimiento”. Los conciertos tendrían lugar en Santiago y en Vigo. El guitarrista de la FTM Lalo López habló de su nuevo disco y de la gira que les trajo a la ciudad.
—¿Cómo fue el proceso de grabación de “Sweet Movimiento”?
—Con este disco nos planteamos parar durante cinco meses de dar conciertos y realizar un trabajo en dos fases: primero de grabación de todas las ideas en rasgos generales, y al tener unos veinte temas, escoger los doce que se ajustasen más al concepto del disco, el de “movimiento dulce”, emotivo pero hecho para bailar. En una segunda etapa intentamos, con el productor David Corcos, profundizar en cada tema y encontrar su atmósfera, hacer que fluyese. Entramos a grabar con pocas dudas, pero no dejó de ser bastante parturiento. Imaginad lo que supone co- ordinar a tanto músico en cerca de un mes y medio... con todos los problemas técnicos que pueden surgir.
—Habéis intentado mantener una producción setentera...
—En sus dos discos de temas propios la FTM intentó jugar con dos elementos: lo más tradicionalmente disco y funk en cuanto a formación y composición, y los elementos modernos de producción de la música de baile. Es decir, nos gusta sonar setenteros, pero sin que eso signifique sonar antiguo. El problema (si es que lo es) es que a nuestro productor le encantó la idea de hacer un disco de banda funk con el sonido de la época, y creo que el disco, pese a haber evolucionado a nivel compositivo, suena muy disco de finales de los 70’s. “Looking For La Fiesta” era la fiesta, “Sweet Movimiento” es la parte sensual, y ahora nos queda el futuro galáctico.
—¿Consideráis que este es vuestro álbum de consagración, con el que llegar por fin a un público no directamente interesado en el funk y el disco?
—Cada vez estamos más satisfechos de nuestro trabajo en estudio, pero todavía hay potencial por desarrollar. En muchos sentidos, todavía estamos empezando. La Fundación tiene un largo futuro. Aunque no renunciamos a acceder a un público mayoritario (sería ridículo), tampoco hacemos muchas concesiones. No nos consideramos creadores de hits para la radiofórmula, sabemos dónde y por qué estamos donde estamos, y nos preocupa relativamente vender más o menos. Nuestra música es de vocación colectiva, pero solo una parte del colectivo se interesa por el funk. Sólo pretendemos vivir de nuestra música y que la gente goce con nosotros.
—En “Sweet Movimiento” ya no incluís versiones, ¿habéis renunciado a ellas?
—Simplemente teníamos material suficiente para hacer un disco con dinámica, y no había necesidad de versiones. En nuestros conciertos seguiremos haciendo y renovando versiones, porque en toda fiesta disco que se precie han de sonar canciones únicas en su estilo. Aprendemos con y de ellas y crean grandes momentos de catarsis funk.
—¿“Rehabilitar al disco-adicto” sigue siendo el objetivo de la Fundación?
—Ahora es cuando la labor de la Fundación es más necesaria. Demostrada la existencia de un gran grupo de discoadictos en el país, se nos sigue tratando como a personas de segunda, se nos tacha de revivalistas, de que no aportamos nada y de que nuestras propuestas son caducas y sin futuro. Ahora, de la rehabilitación debemos pasar a la lucha en la calle para pedir respeto por nuestra naturaleza disco.
—¿Hay algún cambio en vuestra postura estética respecto al anterior LP?
—Sí, tras una larga etapa vistiendo las más elegantes prendas que se podían ver en un escenario desde el 77, la estética se ha vuelto más callejera, se ha adecuado más a la personalidad de cada individuo y también a la música que hacemos ahora. Pretendemos hacer una música urbana, nocturna pero no de clase alta, sino de donde la gente baila de verdad, como en el “Cleopatra Jones” de Vigo, por ejemplo.
—¿Qué es lo que más os atrae de la cultura que reivindicáis? Dicho de otra forma, ¿por qué funk? (y no otro género)
—Porque nos apasiona la cultura afro-americana en muchas de sus expresiones: la política, la literaria y la cinematográfica, y por supuesto en la musical (blues, jazz, funk, disco). El contexto de los 70, con sus luchas sociales y políticas, la ebullición musical, la necesidad de expresarse... hay mucho valor y sentimiento en esa música, y nosotros estamos creciendo con ella. Permite expresarte mediante el baile.
—¿Conocéis otros grupos similares en España? ¿Hay una escena funk?
—Hay poca cultura funk, pero la poca que hay es muy auténtica y fiel. Siempre verás a la misma gente en los clubs donde ofrecen sesiones funk, pero ves que cada vez más gente disfruta con el rollo y el ambiente disco. Por toda la geografía hemos encontrado colectivos (“Soul Affair” en Vitoria, “Cleopatra Jones” en Galicia, “Mau Mau” en Barcelona o “Enlace Funk” en Madrid) que predican la palabra de James Brown, y grupos que la defienden escénicamente (Ortophonk, O’Funkillo, Guateque All Stars, Chocadelia Internacional...). Somos pocos, pero a ganas no nos gana nadie.
—¿Tenéis pensado realizar una gira tan larga como la del año pasado, con más de cien actuaciones?
—Eso fue una salvajada, impagable por la experiencia y la gente a la que llegamos, pero diría que irrepetible. En todo caso, sano no es, y por ello ahora vamos a intentar planificar un poco la gira.
—¿Cómo va a ser vuestro espectáculo?
—Estamos muy motivados para presentar el nuevo material. Las presentaciones de Madrid y Barcelona fueron geniales y el grupo ya está engrasado. Ofreceremos mucho material propio pero la noche es larga y esperemos ser muchos para poder liarla bien.
—Ya habéis actuado en anteriores ocasiones en Vigo (Vademecwm, CdB), ¿qué impresión os quedó de esta ciudad?
—Galicia es lo más lejano de nuestra casa que hay en cuanto a distancia, pero nos sentimos siempre muy arropados, la gente no tiene prejuicios y disfruta de la fiesta. Ademas, hay mucho discoadicto que necesita terapia urgentemente, que Vigo es funky, que lo sé yo.
Publicado originalmente el 8 de noviembre de 2002 en VISADO, suplemento de Faro de Vigo.