Fiesta y compromiso se unen en la música de Skalariak, una de las pocas bandas nacionales que ha logrado traspasar las fronteras del Estado para introducirse en los circuitos europeos de “ska”, y que el año 2000 realizó además una extensa gira por América. Su tercer trabajo “En la kalle" (GOR), ha sido producido por Kaki Arkarazo y sucede a los LPs “Skalariak” y “Klub Ska”, ambos de gran éxito entre los seguidores del género. Estamos al habla con Hiart Leiza, tecista y portavoz de este grupo navarro que se puso en marcha hace seis años.
— ¿Cómo se forma el grupo?
— Skalariak nace en Pamplona a finales de 1994 porque en aquel entonces no había en la ciudad ninguna banda de este género. Los hermanos Juantxo y Peio “Skalari” se morían de ganas de bailar ska y darlo a conocer a la gente. Nuestra primera grabación aparece en la primavera de 1995, en un recopilatorio de Moon Ska Records, la discográfica más importante de ska a nivel mundial.
— ¿Por qué ska?
— Pues porque es la música que mamamos desde pequeños, en especial Juantxo (cantante) y, Peio (batería). En los 80 oían a través de sus hermanos mayores mucho rock radical vasco, grupos como Kortatu o Hertzainak; a partir de ahí fuimos investigando en la música hasta descubrir el ska, nos enteramos que el género nació en Jamaica en los años 50 y que posteriormente tuvo un gran “revival” primero en Alemania y después en Estados Unidos.
— ¿Qué implicaciones tiene el ska aparte de lo musical? ¿Implica una actitud, como el hip-hop?
— Es una filosofía de vida. Lo sorprendente es que en todos los países donde hemos estado, desde México hasta Suiza o Italia, hay al menos un grupo de personas que vive intensamente el ska. Nosotros compartimos ideas como el internacionalismo, la mezcla de culturas o la solidaridad entre los pueblos, y eso implica una forma de vida y una forma de ver las cosas. Descubrir el verdadero espíritu del ska es uno de los objetivos de nuestras canciones.
— Los “skatalíticos” tenéis una estética común...
— Sí, pero por desgracia, llevar el pelo rapado o cierta ropa hace que a veces la gente nos confunda con justamente lo contrario, los skins nazis, cuando somos el polo opuesto a ellos. Esto ha llegado a desvirtuar nuestro mensaje.
— A nivel musical, ¿cómo definirías vuestro nuevo álbum “En la kaile”?
— En el disco incluimos una foto que ilustra bien el tipo de música que queremos hacer: una mezcla de gentes y culturas en el mismo espacio, la misma calle. Por eso, aunque partimos del ska que se tocaba hace más de 40 años, aprovechamos otros estilos en los que ha tenido influencia, como el oi! o el punk. Por otra parte, el origen jamaicano del ska da pie a incluir ritmos caribeños como el calypso. Lo unimos todo con un toque skatalítico, pero también pasamos por el reggae, el swing o los ritmos tradicionales. El disco se abre con un irrintzi—lo, que ahí en Galicia llamáis “aturuxo”— e incluye melodías vascas y rusas, como es el caso del tema “Vodka Revolución”.
— ¿De qué hablan vuestras canciones?
— Son letras comprometidas, en consonancia con nuestra filosofía. Hablamos en contra de las oligarquías o en favor de la tierra y de la mujer, de manifestaciones y de revueltas, pero siempre con un toque festivo.
— ¿Hay muchos más grupos en el Estado que toquen ska?
— En Euskal Herria somos casi los únicos, pero en Cataluña hay mogollón. También túvieron una gran repercusión los Malarians, de Madrid. Conocemos también algunos de Galicia como Skacha.
— ¿Qué planes tenéis para los próximos meses?
— Ahora mismo presentamos por el Estado el nuevo disco, de Galicia pasamos a Madrid, luego Andalucía y el Mediterráneo. En cuanto acabe esta gira tenemos previsto visitar vanas ciudades de Francia. Y en otoño actuaremos por Italia, Holanda, Bélgica y Alemania.
Publicado en FARO DE VIGO en 1998
